Tratamiento de la Amigdalitis

Tratamiento para la Amigdalitis en Ciudad de México CDMX

La amigdalitis es la inflamación de las amígdalas, dos masas de tejido de forma ovalada situadas a ambos lados de la parte posterior de la garganta.

Existen dos tipos de amigdalitis, aguda y crónica, los cuales tienen importantes diferencias en cuanto a los síntomas, desarrollo y tratamiento de la enfermedad.

  • La amigdalitis aguda es bastante común en niños pequeños e inclusive en adolescentes, siendo también una condición autolimitada y con evolución benigna.
  • La amigdalitis crónica representa el caso menos común en el cual las amígdalas sufren de una infección vírica o bacteriana casi permanente, la cual presenta síntomas intermitentes durante un periodo superior a seis meses. En este caso, los tejidos de las amígdalas se encuentran inflamadas durante un largo periodo o están sensibles a infecciones recurrentes, dando pie al desarrollo de enfermedades relacionadas.

Síntomas de la Amigdalitis

Los síntomas que el paciente experimente dependerán del tipo de amigdalitis desarrollado.

En el caso de la amigdalitis aguda, los síntomas más comunes desde el inicio de la enfermedad son los siguientes:

  • Amígdalas rojas e inflamadas
  • Parches o recubrimientos blancos o amarillos en las amígdalas
  • Dolor de garganta
  • Dificultad al tragar (disfagia) o dolor al tragar (odinofagia)
  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Glándulas sensibles y dilatadas (ganglios linfáticos) en el cuello
  • Voz rasposa, apagada o ronca
  • Mal aliento (halitosis)
  • Dolor o rigidez de nuca
  • Dolor de estómago
  • Producción excesiva de saliva.
  • Fatiga.
  • Extensión del dolor hasta los oídos, en caso de que el estado de la amigdalitis sea severa.

En los niños pequeños que no son capaces de describir cómo se sienten, algunos de los síntomas de amigdalitis podrían ser los siguientes:

  • Babeo debido a dificultad o dolor al tragar
  • No querer comer
  • Agitación inusual

Paradójicamente, la amigdalitis crónica no se caracteriza por esos síntomas. Todo lo contrario, el paciente con una situación crónica puede tener las amígdalas y los ganglios linfáticos inflamados de forma permanente sin que esto le provoque un estado de dolor o incomodidad significativo.

Sin embargo, la amigdalitis crónica sí genera disfagia y halitosis. También podría causarle al paciente un mal sabor de boca sin explicación aparente. Los rebrotes con preocupante frecuencia de amigdalitis aguda y todos los síntomas que ello conlleva, vendrían a ser el síntoma más significativo del estado crónico de la enfermedad.

Causas de la Amigdalitis

La causa de la mayoría de los casos de amigdalitis es la infección con un virus frecuente o virus común, pero las infecciones bacterianas también pueden provocar amigdalitis.

La bacteria que más comúnmente causa amigdalitis es la Streptococcus pyogenes (estreptococo del grupo A), la bacteria que causa amigdalitis estreptocócica. Otras cepas del estreptococo y otras bacterias también pueden causar amigdalitis.

Amigdalitis estreptocócica

La amigdalitis estreptocócica es una infección bacteriana que representa solo una porción pequeña de los casos de dolor de garganta. Si no se trata, la amigdalitis estreptocócica puede causar complicaciones como inflamación del riñón y fiebre reumática. La fiebre reumática puede ocasionar dolor e inflamación de las articulaciones, un tipo específico de sarpullido o daño en válvulas cardíacas.

La amigdalitis estreptocócica es más frecuente en niños, pero afecta a personas de cualquier edad. Si usted o su hijo tienen signos o síntomas de dolor de garganta, consulte con el otorrino para realizar análisis y recibir tratamiento de inmediato.

Tratamiento de la Amigdalitis

Dado que el tratamiento adecuado para la amigdalitis depende de la causa, es importante obtener un diagnóstico rápido y preciso.

Habitualmente el tratamiento para la amigdalitis aguda involucra el uso organizado de analgésicos, lo que reduce el dolor y mejora la fiebre a causa de la infección. Otro recurso para brindar confort al paciente es con medicamentos especiales para tratar la disfagia, los cuales permiten tragar alimentos sólidos y líquidos con mayor facilidad durante el tiempo que la amigdalitis esté presente.

Tras este primer estadio donde se consigue mejorar el estado del paciente, se suelen aplicar antibióticos y antinflamatorios, los cuales empiezan a tratar directamente los tejidos afectados. Este tratamiento con medicamentos va acompañado con un consumo elevado de líquidos, como agua y zumos de fruta, especialmente aquellas con una alta concentración de vitamina C.

En aquellos casos que las infecciones amigdalares sean recurrentes a pesar de los tratamientos antibióticos, o hayan causado un flemón o absceso amigdalar, hay que recomendar su resección quirúrgica. La cirugía para extirpar las amígdalas es la amigdalectomía, que en el pasado fue un procedimiento frecuente para tratar la amigdalitis, y actualmente se realiza solo cuando la amigdalitis se produce con frecuencia, no responde a otros tratamientos o provoca complicaciones graves.

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Especialista Otorrino

Doctora Gina Peralta Otorrino en Ciudad de México CDMX

Dra. Georgina Peralta
Médico: Céd. Prof.: 0925531
Esp. Otorrino: Céd. Prof.: 3271486
Ciudad de México CDMX

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